Utilizamos el teatro y actividades creativas para enseñar idiomas.

Las actividades creativas son herramientas que permiten adquirir conocimientos más allá de la acumulación de saberes.

Con el teatro, trabajamos los saber hacer y saber ser, que corresponden a la capacidad de cada uno para utilizar adecuadamente los conocimientos adquiridos en lengua.

Por ejemplo, para una corta puesta en escena: se trabaja primero la comprensión de texto con el guión, pero también la lectura y la capacidad de redactar. Luego se trabajan la pronunciación y la memorización de textos, antes de practicar la interacción oral con ejercicios y actuaciones. A todas estas competencias, se puede sumar la escucha, saber ser primordial para aprender idiomas.

Pero no se acaba aquí el uso del teatro. Lo utilizamos en muchos ejercicios cotidianos para trabajar la voz, el lenguaje corporal, las mímicas, los comportamientos, las emociones o los cinco sentidos que tanto nos ayudan a recordar.