Nuestro enfoque está orientado a la acción, al aprendizaje real y a la experiencia vital. Por ello, los grupos no superan los 12 alumnos.

El aprendizaje para que sea significativo debe estar contextualizado, dar respuesta y solución a las situaciones de la vida.

En este sentido, consideramos la clase como el medio para aprender a vivir y convivir con los demás.

Trabajamos en grupos reducidos para que cada uno encuentre su sitio y participe activamente. De este modo, el alumnado, considerado como usuario del idioma, está en el centro del aprendizaje en cada momento.