Las “motivaciones” de los adultos difieren totalmente de la de los niños.
Al niño le motiva el juego, la curiosidad, los otros niños, las canciones, los personajes, la necesidad de comunicarse, de relacionarse, de ser querido y valorado.
Cada sesión de idioma tiene que ser un premio en sí misma
Actividades, juegos, canciones…están diseñadas y seleccionadas para fomentar la curiosidad y el interés por las lenguas y las culturas.